miércoles, 1 de junio de 2011

El jazmín se marchitó hace ya un año...

Esta entrada la escribo un poco tarde, pero no es porque me haya olvidado de ti, eso nunca. Sólo he tardado porque he estado muy liada todos estos días. Sí abuela, ya por fin me he graduado y lo que más pena me ha dado en la vida es que tú ya no estés aquí para verme, porque sé que estaría muy orgullosa de mí por haber llegado a donde he llegado, porque todo ha sido gracias a ti.

Pero no puedo hablar mucho de mí. Esta entrada la escribo solo para ti porque aunque haya pasado un año siempre te hemos recordado, cada día se han llenado nuestras mentes de tus recuerdos, siempre hemos dicho: "como decía abuela...", "si estuviera aquí abuela..." y muchas mas frases como "me acuerdo cuando abuela..." porque siempre sigues con nosotros, siempre has querido lo mejor y siempre nos has querido sin esperar nada a cambios. Nos entregaste todo lo que tenías en esta vida, pero lo que más hemos valorado ha sido cuánto te preocupabas por cada uno de nosotros.

Te aseguro que este año ha sido duro. Cada vez que vamos a tu casa y miramos tus cosas y encontramos todo aquello que has guardado como un tesoro no podemos evitar una pequeña sonrisa con una lágrima en nuestros ojos. El teléfono parece que ha muerto, ya no suena tanto como antes porque ya nadie llama preguntándonos "¿qué andáis haciendo?" ¿"Y tu madre?" "¿qué vais a comer hoy?" "Dile a tu madre que tengo aquí..." y además tampoco lo utilizamos. Ahora cada vez que llegamos de Sevilla no podemos evitar acordarnos que te tenemos que avisar que hemos llegado ya, después nos damos cuenta que aunque llamemos, la voz que va a sonar al otro lado no será como la tuya y tampoco aquella risa de un pequeño gorrión que te hacía única.

Lo único que me queda decirte que la persona que más te hecha de menos es mi madre, porque eras lo único que tenía en esta vida porque eras su madre y eso nunca que puede cambiar. Pero no te puedes preocupar más por nosotros porque ahora salimos adelante, aunque echándote de menos a cada minuto y por supuesto, nosotros cuidamos a mi madre como tú siempre lo has hecho.

Ahora te recordamos con dolor, pero seguro que dentro de poco recordaremos solo los buenos momentos que hemos pasado junto a ti, porque puedo decir con la cabeza bien alto que he tenido la mejor abuela que una persona pueda tener. Eres única y lo seguirás siendo. Ninguna persona se podrá comparar a ti.

No hay comentarios:

Publicar un comentario